Yo no puedo olvidar nunca 
La mañanita de otoño 
En que le salió un retoño 
A la pobre rama trunca.

La mañanita en que, en vano, 
Junto a la estufa apagada, 
Una niña enamorada 
Le tendió al viejo la mano.

©La Pagina del Mambí     www.exilio.com