En el extraño bazar Del amor, junto a la mar, La perla triste y sin par Le tocó por suerte a Agar. Agar, de tanto tenerla Al pecho, de tanto verla Agar, llegó a aborrecerla: Majó, tiró al mar ta perla. Y cuando Agar, venenosa De inútil furia, y llorosa, Pidió al mar la perla hermosa, Dijo la mar borrascosa: "¿Qué hiciste, torpe, qué hiciste De la perla que tuviste? La majaste, me la diste: Yo guardo ta perla triste".