Mira, mi bien, cuán mustia y deshojada,
está con el calor aquella rosa
que ayer brillante, fresca y olorosa,
puse en tu blanca mano perfumada.

Dentro de poco tornaráse en nada:
no verás en el mundo alguna cosa
que a mudanza feliz o dolorosa
no se encuentre sujeta u obligada.

Sigue a las tempestades la bonanza,
síguenle al gusto el tedio y la tristeza:
perdóname que tenga desconfianza

y dude de tu amor y tu terneza,
que habiendo en todo el mundo tal mudanza
¿sólo en tu corazón habrá firmeza?


Gabriel de la Concepción Valdés, Plácido
18 de marzo,1809 - 28 de junio, 1844

 



 

 

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Gabriel de la Concepción Valdés, Plácido, nació en La Habana el 18 de marzo de 1809 y murió en Matanzas el 28 de junio de1844.

Fruto de los amores clandestinos entre la bailarina burgalesa Concepción Vázquez y el mulato peluquero Diego Ferrer Matoso, su nacimiento quiso mantenerse en secreto, por lo que fue depositado por su madre en la Casa de Beneficencia y Maternidad a los pocos días de nacido. Algunos meses después su padre lo sacó de allí. Hasta los diez años de edad no asistió a la escuela. A los doce años escribió sus primeros versos, un soneto titulado "Una hermosa". La inestabilidad económica de su padre le llevó a trabajar en una carpintería. Ese mismo año ingresó como alumno en el taller del retratista Vicente Escobar. Abandonó estos estudios en 1823 para aprender el arte de la tipografía en la imprenta de José Severino Boloña. Los requerimientos económicos le impulsaron a la búsqueda de otro oficio más remunerativo: la fabricación de peinetas y otros objetos de carey. Su maestría en esta labor lo llevó a trasladarse a Matanzas a fines de 1826. Después de cinco años de permanencia en Matanzas (1826-1832), donde aumentó su fama de poeta, regresó a La Habana. Estudió literatura, gracias a la ayuda económica que le prestó el farmacéutico Francisco Prendes. Obtuvo éxito con su poema "La siempreviva"en el certamen literario denominado Aureola Poética.

En 1836 se unió maritalmente con una hermosa mujer de piel blanca que ocultó en sus poesías con el nombre de Celia. Regresó a Matanzas ese mismo año. Ya en esta ciudad comenzó a trabajar en el periódico La Aurora de Matanzas. A fines de 1836, José María Heredia le hizo una visita en el taller donde trabajaba con el fin de conocerlo. Su pobreza conmovió a Heredia, quien le propuso pagarle los gastos para que se fuera a vivir a México, invitación que declinó con distintos pretextos. En 1840, se trasladó a Villaclara, donde permaneció unos diez meses. Trabajó en una platería y colaboró en el periódico El Eco, de Villa Clara. Su activa vida social atrajo las suspicacias de las autoridades españolas. Una noche fue reducido a prisión de manera inesperada, pero fue puesto en libertad gracias a gestiones uno de sus admiradores. En 1842 al regresar de un viaje a Cienfuegos fue detenido, y remitido a la cárcel de Trinidad (Las Villas). Aunque no pudo comprobarse su supuesta actividad conspirativa, permaneció en la cárcel durante más seis meses. Ya libre, regresó a Matanzas a fines de noviembre de 1843.

Poco tiempo disfrutaría de libertad, pues fue detenido nuevamente el 30 de enero de 1844, acusado de ser uno de los supuestos jefes de la conspiración que luego fuera denominada "De la Escalera". En un proceso amañado, carente de garantías, fue sentenciado a morir fusilado por la espalda, junto con otros diez acusados.

Siempre firmó su obra literaria con el seudónimo Plácido, por el cual es universalmente conocido este representante del Romanticismo.